EN MEMORIA DE PASCASIO ASESINADO POR EL MLN
UN RECUERDO PARA PASCASIO
Humilde peón rural cobardemente asesinado por los terroristas tupamaros
Humilde peón rural cobardemente asesinado por los terroristas tupamaros
La humildad que simboliza el trabajador del campo, el peón rural, el que entrega a diario el sudor que impregna la tierra en el sano honor de servir mejor a su patrón, contrasta con este cobarde acto criminal.
Pero PASCASIO era mucho más que eso, dentro de esa nobleza del peón rural, nunca supo muchas cosas o no las quiso saber, porque su mente se habría atribulado si las hubiera conocido.
El destino que parecería tenía marcado, lo sepultó tal vez por no saber nada o no entender lo que es un plan malicioso, que implica una gran traición.
Para los que no le conocieron y a los que su nombre no dice nada, a los jóvenes que ni idea tienen y reciben y beben la savia envenenada, malvada y tergiversada del pasado, para los que no les temblaron las manos para eliminarlo, les decimos que este humilde peón rural era un hombre sano, de vida tranquila, honesto, sin rencores ni odios, trabajando de sol a sol, sin que las inclemencias del tiempo lo hicieran esquivar el quehacer diario, en la Estancia “Spartacus”.
Una mañana o una tarde del mes de diciembre de 1971, sólo lo saben los actores, este modesto peón rural fue al campo en busca de un caballo, cuando vio emerger desde dentro de un pozo “Tatucera” a varias personas que a la postre resultaron “Tupamaros” que se sintieron descubiertos.
En esta circunstancia los integrantes de esa organización terrorista Ataliva Castillo, Osare, Xenia Itté, Manera Lluveras, Rodríguez Canzani, Fernández Cábeles y Ramos, le detienen y consultan a Sclavo, dueño de la propiedad, respecto a si conocía al intruso.
Sclavo no lo conoce y comienza a estudiarse la situación, considerándose que si lo dejan en libertad se descubrirían las tatuceras, por lo que habría que adoptar una posición precisa que implicaría, detenerlo indefinidamente, sacarlo del país o ejecutarlo.
Ante tal indecisión se envía a Sclavo a Montevideo para plantear el problema a la Dirección, regresando éste con "Octavio" (Henry Engler) quien en reunión con los otros terroristas mencionados, decide ejecutar a Báez Mena.
Posteriormente cavan la tumba que tiene un metro y medio de profundidad y luego bajan a la tatucera, diciéndole a Báez que lo iban a trasladar, pero que le van a dar una droga para que se durmiera. Bassini aplica la inyección letal dándole muerte. Luego le desnudan y dan sepultura cubriendo su cuerpo con cal y tierra.
Allí estaban todos: Manera Lluveras, Henry Engler, Fernández Cábeles, Ramos, Canzani, Sclavo e ISMAEL BASSINI CAMPIGLIA.
TENGAMOS SIEMPRE PRESENTE QUIENES FUERON SUS RESPONSABLES.
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