GRUPO DE PUEBLA/ EL BRAZO SUBVERSIVO DEL FORO DE SAN PABLO
Fundado en julio, el Grupo de Puebla reúne a 32 figuras de la izquierda, como los ex Presidentes Lula da Silva, Dilma Rousseff, Rafael Correa y el Mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador. Entre los representantes de Chile se encuentran José Miguel Insulza, Marco Enríquez-Ominami y Alejandro Navarro. Hace unos días condenaron las últimas medidas tomadas contra el régimen de Maduro. «Uno podría pensar que son liderazgos distintos, pero están los mismos nombres, la misma gente del Foro de Sao Paulo transportada a Puebla», explica el director de Asuntos Globales de la FPP, Rafael Rincón.
Mientras países de la región enfrentan diferentes crisis y conflictos como Argentina, Chile y Ecuador, líderes de izquierda buscan fortalecerse no solo para respaldar a la tiranía de Nicolás Maduro en Venezuela, sino también para continuar con la peligrosa línea del Foro de Sao Paulo. Se trata del Grupo de Puebla, también conocido como «Progresivamente», una nueva coalición creada para enfrentarse directamente al Grupo de Lima y contra otros líderes democráticos de la región.
Todo indica que el verdadero objetivo es acabar con el Grupo de Lima, desmantelar a la Organización de los Estados Americanos (OEA) con nuevos gobiernos de izquierda, y de no lograrlo desestabilizar por medio del uso de la violencia a países democráticos y a gobiernos de derecha.
Ya son al menos tres grupos políticos y diplomáticos de izquierda, el de Puebla, el de Sao Paulo y el Grupo de Contacto, que se crearon en la región y tienen como objetivo defender a las dictaduras y regímenes de América Latina, respaldar el diálogo con el chavismo, lo cual le ha permitido reacomodarse en el poder, condenar las sanciones contra la tiranía y auspicia elecciones en Venezuela en medio de un sistema sin garantías democráticas.
De un momento a otro América Latina se ha convertido en foco de protestas violentas lideradas por movimientos prosocialistas para desestabilizar la región. El mismo Maduro ha celebrado que los planes del Foro de Sao Paulo están teniendo éxito. Al mismo tiempo, la izquierda empieza a mover sus fichas y crea el Grupo de Puebla. Todo parece estar orquestado.
Alberto Fernández y el Grupo de Puebla:
Un nuevo proyecto común para América Latina
En el mes de noviembre se realizará en Buenos Aires el segundo encuentro del Grupo de Puebla: se trata de un movimiento internacional que convoca a líderes políticos de América Latina y de habla hispana.
Ese espacio progresista latinoamericano tuvo su primer encuentro en la ciudad de Puebla, México, entre el 12 y el 14 de julio del 2019. El candidato del Frente de Todos Alberto Fernández no asistió, pero fueron Jorge Taiana, Felipe Solá, Carlos Tomada y Julián Domínguez en representación de Argentina. La agrupación cuenta con 32 miembros, siete de ellos son ex presidentes, entre ellos se encuentran Lula da Silva y Dilma Rousseff (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), José Luis Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (República Dominicana), Ernesto Samper (Colombia) y Fernando Lugo (Paraguay); y dos actuales candidatos: Alberto Fernández (Argentina) y Daniel Martínez (Uruguay). A ellos se suman el ex alcalde de Sao Paulo Fernando Haddad, representantes chilenos, entre ellos el senador Alejandro Navarro, el presidente del partido Progresista, Camilo Lagos; la diputada comunista Karol Cariola y José Miguel Insulza; Cuauhtémoc Cárdenas, ex candidato Presidencial y fundador del PRD, México. En su documento fundacional se plantea como objetivo analizar los desafíos comunes de cada uno de los participantes y trazar iniciativas conjuntas, en pos del desarrollo integral de los pueblos latinoamericanos.
El 12 de septiembre pasado, en una entrevista con C5N, Fernández dejó entrever su mirada geopolítica en la región, expresando lo siguiente: "Nuestra mayor obsesión es reconstruir la integración regional en América Latina, con México incluido, porque, desde la llegada de López Obrador [Andrés Manuel], México ha vuelto a mirar a América del Sur".
"Existe en muchos de los gobiernos de América del Sur, el gobierno uruguayo, el mexicano, el de Bolivia, eventualmente el argentino, la idea de reconstruir la integración que alguna vez fue. En el Grupo de Puebla también está Samper [Ernesto, ex presidente de Colombia], un hombre que con mucho esfuerzo mantiene en pie a la Unasur", agregó.
Otro dirigente al que mira con interés es Daniel Martínez, candidato presidencial del Frente Amplio en Uruguay. Fernández también espera contar con el respaldo de los gobiernos de Panamá y República Dominicana, identificados con la centroizquierda.
"La idea es empezar a hablar entre todos y recuperar la integración que se ha quebrado", dijo el candidato del Frente de Todos, y destacó que el planteo no apunta a confrontar con Estados Unidos, sino a ampliar el marco de alianzas. Lo cierto es que el polo progresista que pretende recrear se posicionará como contracara del Grupo de Lima, formado en 2017, para forzar la salida de Nicolás Maduro, ante la crisis institucional y humanitaria en Venezuela.
El Grupo de Puebla emitió el pasado 11 de septiembre una declaración para rechazar "cualquier intento de uso de la fuerza que quebrante el principio de solución pacífica de las controversias y que posibilite una intervención militar en Venezuela por parte de fuerzas extranjeras, incluida la invocación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), instrumento arcaico para intervenciones militares en países de América Latina durante la Guerra Fría".
Fue una respuesta a la decisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) de activar una herramienta que contempla "el empleo de la fuerza armada" para una eventual intervención. Fue también una manera de respaldar la postura para una salida negociada como la que proponen México y Uruguay.
Una semana antes, el Grupo de Puebla condenó las declaraciones del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, contra la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet. "Estas agresiones demuestran, una vez más, que Bolsonaro no puede convivir de manera civilizada y democrática con la comunidad internacional", dijeron, en referencia a la reivindicación que hizo el presidente brasilero de la dictadura de Augusto Pinochet y las críticas al padre de Bachelet, asesinado por ese régimen.
Así las cosas, Alberto viajó hoy jueves 19 de septiembre a Bolivia, donde se encontrará con Evo Morales, posteriormente el viernes viajará a Lima, Perú, para reunirse con el presidente Martín Vizcarra, el primer ministro Salvador del Solar y el canciller Néstor Popolizio.
El viaje a México, que estaba programado para el 19 de septiembre, está pospuesto ya que “se sigue trabajando en compatibilizar agendas entre AMLO y AF”, según informaron fuentes del Frente de Todos a Tiempo Argentino.
De esta manera, el dirigente peronista iniciará su segunda gira internacional luego de su visita a España, en donde se reunió con el presidente Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español, y a Portugal, donde visitó al mandatario Antonio Costa, para conocer la experiencia de ese país cuyos índices económicos mejoraron tras haber desobedecido las indicaciones de ajuste que intentó imponerles el FMI.
Los expresidentes de España José Luis Rodríguez Zapatero, de Ecuador Rafael Correa y de República Dominicana Leonel Fernández se acaban de sumar al Grupo de Puebla, movimiento político internacional que reúne a líderes políticos, principalmente de América Latina, y que fue impulsado por el excandidato presidencial Marco Enríquez-Ominami.
Entre los miembros de la agrupación también destacan el candidato presidencial argentino Alberto Fernández, el aspirante presidencial uruguayo Daniel Martínez y el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad.
El foro político tuvo su debut a mediados de julio pasado en la ciudad mexicana de Puebla. “No es, solamente, un espacio de reflexión respecto de lo que se hizo bien o mal del progresismo, sino que partiendo de esta premisa de que la década más importante del continente fue encabezada por el progresismo, sobre todo en reducción de la pobreza, en institucionalización y en ciencia y tecnología”, señaló Enríquez-Ominami en esa oportunidad.
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